miércoles, 21 de junio de 2017

Avatar con audio "Estudiante en línea"


Para escuchar el audio del avatar, favor de dar clic en el siguiente enlace:

http://tinyurl.com/ydd5j68v



S2. Actividad 2. "Estudiante en ambientes virtuales."


Después de leer el texto, considero que la tecnología ha trastocado la vida cotidiana del ser humano, donde la educación ha tenido que adaptarse a las nuevas transformaciones y necesidades. Por lo que ser estudiante en un ambiente virtual, significa enfrentarse a nuevos retos, a generar ciertas habilidades, aptitudes y actitudes que la educación presencial y tradicional habían ignorado.

Los retos que plantea ser estudiante en línea, tienen que ver con que ahora el alumno es el que se responsabiliza y compromete con su propio aprendizaje, y para ello necesitará de herramientas y tendrá que desarrollar algunas habilidades como por ejemplo: ser pro-activo, tener iniciativa, auto-disciplina para organizar sus propios horarios de estudio, competencias interpersonales (autocontrol de las emociones, trabajo colaborativo, solidaridad y motivación) y metas propias.

Todas las características anteriores llevarán al estudiante en línea a dejar atrás la heteronomía para ser un individuo autónomo y autogestivo, pues actualmente la educación se centra en el aprendizaje, en el aprender a aprender.

martes, 20 de junio de 2017

viernes, 16 de junio de 2017

Reflexión sobre la importancia del perfil en una comunidad de aprendizaje virtual

Considero que es de fundamental importancia que se cuente con un perfil detallado, claro y preciso, que nos ayude a profundizar un poco más sobre nosotros mismos; compartiendo datos generales, gustos, intereses, hobbies, reflexiones e ideas. Esto nos ayudará a tener cercanía en espacios virtuales de educación; además de generar elementos que nos identifiquen y compartamos con nuestros compañeros o miembros del grupo.

Para lograr lo anterior, el primer paso es que nuestra presentación tenga una buena redacción, ortografía y sintaxis; que nos describa de forma amplia y general (sin caer en detalles demasiado personales), es decir, que diga quiénes somos, a qué nos dedicamos, cuáles son nuestros intereses y qué nos gustaría lograr en esta nueva experiencia.

De esta manera podremos conocernos mejor, lo cual nos llevará a fortalecer una comunidad de aprendizaje de la cual formamos parte como un grupo de personas que queremos y tratamos de aprender, utilizando herramientas habituales en un mismo entorno, que en nuestro caso es virtual. Por lo que se requiere tener un perfil de cada uno de nosotros para establecer como grupo la confianza, la solidaridad y el reconocimiento de la diversidad y la disposición para compartir experiencias y conocimientos.
 

jueves, 15 de junio de 2017

BIENVENIDOS


Bienvenidos a este espacio en línea donde compartiremos diversos materiales y herramientas.

Soy Mariel Robles Valadez, originaria de la hermosa Ciudad de México. Estudié la licenciatura en Historia en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y actualmente laboro como profesora de bachillerato impartiendo clases de Historia de México.

Me gusta mucho la carrera que estudié porque me da respuestas a cosas que están pasando en la actualidad, pues considero que el pasado determina en buena media el presente, ayudándonos a comprender cuestiones de la vida cotidiana, políticas, sociales... Además, la historia nos lleva a un autoconocimiento. Todo esto es lo que trato de enseñarles a mis alumnos, más allá de ver la historia como una simple memorización de información ajena a nuestra realidad.

Entre las cosas que me gusta hacer es caminar, viajar, leer, dar clases, hacer yoga, ir a museos, la comida, frecuentar mercados populares, ver series de televisión y el cine.

El interés que tengo por entrar a esta Especialidad es porque me gusta estudiar, aprender cosas nuevas y sobre todo quiero actualizarme tanto disciplinar como didácticamente para mejorar mi práctica docente; por lo que celebro que se abran estos espacios para le enseñanza de la historia.




Sobre el concepto de historia por Jean Chesneaux

Muchos historiadores viven en la comodidad corporativa. La historia es su “oficio”, su “territorio”. Son los especialistas. Y se les respeta como tales. La prensa, y más todavía la televisión, han hecho concreta y familiar su situación de expertos privilegiados del pasado. Esta comodidad corporativa se halla sólidamente instalada en la ambigüedad misma de la palabra “historia”: el movimiento profundo del Tiempo, a la vez que el estudio que de él se hace. La biología estudia la vida, y la astronomía las estrellas. Pero “la historia” estudia “la historia”: signo de identificación que alimenta una extraordinaria suficiencia, signo de una trampa que se cierra sobre sí misma.

Sin embargo, todos tenemos conciencia de que la historia es algo muy distinto, y que nos concierne a todos.

El lenguaje cotidiano está lleno de referencias a la historia. Tenemos la “rueda de la historia”, que gira implacablemente pero que puede detenerse, acelerarse, volver hacia atrás. Tenemos las “ironías” de la historia, sus “estratagemas”, sus “lazos”, sus “designios”, sus “interioridades” incluso para los espectadores… Diríase que la historia es una gran máquina autoselectiva, capaz de “retener”, o de “olvidar” los personajes, las fechas, los hechos; tiene incluso sus “vertederos”, ya que está bien organizada. Sería capaz de dar “lecciones”, de distribuir laureles a los que han conseguido subir a su “escenario”, y hasta dictar “sentencias” desde lo alto de su “tribunal”…, y a veces mantiene sus “enigmas”, se niega a hablar.

Tras esas fórmulas, tan habituales que ya ni siquiera nos llaman la atención, hay algo coherente y peligroso. Tan peligroso como la pretensión de los historiadores profesionales de acaparar el pasado. A saber, la idea de que la Historia domina a los hombres desde el exterior, que ejerce sobre ellos una autoridad suprema por estar inscrita en un pasado por definición irreversible y que hay que inclinarse dócilmente ante ella. Que, por lo tanto, es el pasado el que manda en el presente. 



Si el pasado cuenta es por lo que significa para nosotros. Es producto de nuestra memoria colectiva, es su tejido fundamental. Ya se trate de lo que se ha sufrido pasivamente, Verdun, la crisis de 1929, la ocupación nazi, Hiroshima, o de lo que se ha vivido activamente, el Frente Popular, la Resistencia, mayo del 68.

Pero este pasado próximo o lejano igualmente, tiene un sentido para nosotros. Nos ayuda a comprender mejor la sociedad en que vivimos hoy, a saber qué defender y qué preservar, a saber también qué derribar y destruir. La historia es una relación activa con el pasado.


Jean Chesneaux, ¿Hacemos tabla rasa del pasado? pp. 21-22